LA DOSIS DE AZÚCAR

Jennifer está preocupada. “Ya no puedo hacer que mamá coma. Ella dice que no tiene hambre.”

Comúnmente la persona con demencia pierde su capacidad para saborear la comida, y esto suele ir precedido de la pérdida del olfato.

Durante el envejecimiento normal, algunos de nosotros perdemos la sed, a veces también el hambre. La mamá de Jennifer podría estar experimentando ésto, o podría ser que haya olvidado qué es la comida o el procedimiento para comerla. Si la comida es insípida, podría angustiarse por las texturas o por masticar un sustancia blanda. Puede que no recuerde cómo masticar.

Curiosamente, la mayoría de las personas con demencia nunca pierden la capacidad de saborear lo dulce.

Muchos de los centros de cuidados para ancianos reparten dulces, y muchos de ellos. los Los programas de actividades comúnmente incluyen cupcakes, caramelos o dulces para días festivos o cumpleaños de los residentes. Los almuerzos y cenas son generalmente altos en carbohidratos y seguidos de postres. En la casa familiar el cuidador por lo general tiene un amplio suministro de dulces, y las familias suelen traer dulces en sus visitas a las instalaciones, sabiendo que a su ser querido le gustan. De vez en cuando se les da algo dulce para calmarlos cuando están molestos.

Sin embargo, aunque el azúcar parece levantarnos el ánimo, es una solución temporal. El subidón de azúcar se acompaña de una caída abrupta, que afecta estados de ánimo y salud. El aumento del consumo de azúcar reduce el sistema inmunológico y es la principal causa de muchas enfermedades degenerativas. Muchos de los adultos mayores desarrollan diabetes y obesidad. No es solo la persona con demencia cuya salud está en peligro; a menudo, el ciudador, también bajo estrés, consume azúcar como alimento reconfortante.

El azúcar se convierte en un antojo y a medida que la consumimos, queremos más. Cada célula de nuestro cerebro tiene receptores. Estos receptores permiten que los nutrientes entren en las células. Cuando nos damos atracones de un determinado alimento, hacemos más receptores para esa comida en particular y menos para las demás; así, el auge de la comida chatarra actúa como la droga para un adicto. Como resultado, desarrollamos antojos y adicciones poco saludables.

Hay un tipo de gen de la enfermedad de Alzheimer que es una diabetes tipo 3, la cual altera la la capacidad del cerebro para utilizar la insulina, lo que provoca la muerte de las células. los El riesgo de desarrollar Alzheimer es de 10 a 15 veces mayor para las personas portadoras de este gen.

Eliminando el azúcar y reduciendo el consumo de carbohidratos puede moderar los cambios de humor, la fatiga, las migrañas, la ansiedad, el estrés, el dolor en las articulaciones y las erupciones en la piel, todos los cuales son perjudiciales para una persona experimentando demencia o para el que que la cuida.

El azúcar refinado es todo calorías y cero nutrición. Hay muchos edulcorantes artificiales cargados de productos químicos en el mercado. Sin embargo, la investigación ha demostrado que son bastante malos para la salud. Más fruta en la dieta no es sólo es saludable sino que puede controlar las adicciones a los dulces. los edulcorantes naturales como la miel, el jarabe de arce, la melaza o el jarabe de ágave, todos contienen componentes beneficiosos, como enzimas, vitaminas, minerales y carbohidratos, que el cuerpo humano puede procesar; recuerda, menos es mejor. Otros edulcorantes naturales incluyen Stevia, Erythritol, Xylitol.

Tu un ser querido no sabrá la diferencia entre un bocadillo de azúcar refinado o uno endulzado naturalmente. Probablemente tú tampoco.

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